miércoles, 9 de octubre de 2013

ESTHER

Hace ya unos meses que me mudé a Stherling con la esperanza de rehacer mi vida. Sin embargo, cualquier intento por conseguirlo ha resultado esthéril. Todo me recuerda a ella. Por las noches duermo sobre su estherilla de playa. Veo una y otra vez aquellas películas con las que nos desthernillábamos de risa. Me sigo poniendo el jersey de poliésther que tanto le gustaba. Y por si fuera poco, he acabado cayendo en sus mismas adicciones. Ahora me fumo dos paquetes de Chesther al día y como sin ningún control. Me he abandonado totalmente. Apenas salgo de este esthercolero en el que se ha convertido mi casa. Ya no sé qué hacer. Ayer fui al médico para ver si me podía ayudar. Me dijo que vigilara el colestherol y me recetó unos estheroides para el asma. Además, me ha aconsejado que cambie mis hábitos y emplee el tiempo en otros menestheres. Lo he intentado, pero no puedo quitármela de la cabeza. Creo que ha llegado el momento de volver a encontrarme con ella, pienso mientras me coloco el cuchillo a la altura del esthernón, dispuesto a escuchar, por última vez, los esthertores de la muerte.


Inspirado en "El anacoreta" de Jorge Fernández-Bermejo:

12 comentarios:

  1. ¡Bravo Frencesc! ¡Qué bueno!

    Imagino cuánto habrás disfrutado escribiéndolo.

    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Pedro! Ha sido un poco complicado integrar todas esas palabras en una historia, pero al final ha valido la pena, aunque no me he quedado satisfecho totalmente.

      Un abrazo.

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  2. Un trabajo de relojero para engarzar un gran relato. Enhorabuena Francesc. Un abrazo.

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    1. Gracias, Juancho. Las horas pasan volando cuando te pones a engarzar. Un abrazo.

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  3. Solo por la dificultar de encajar esas palabras de una manera coherente ya me parece un gran micro. El resultado me encanta, me parece espectacular.

    Besitos

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    1. Gracias, Elysa. Me alegro de que te guste. La verdad es que parece más fácil de lo que es. Un beso

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  4. Lo tuyo es therquedad y lo demás son tonterías.

    Es un pájaro, es un avión, no, Es ...

    Abrazotes del Mesther de Clerecía frente al Mesther de juglaría

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    1. Vaya, el mester de clerecía y el de juglaría, qué recuerdos de las clases de Literatura en el instituto. Nosotros somos más del mester de cortesía.

      Un abrazo therco.

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  5. Gracias por la mención, amigo. Lo único que yo le habría dado otro final, pero yo soy un romántico y alguna vez recuerdo que estuve "anamorado". Un saludo!

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    1. De nada! Me parecía que nombrarte era una obligación, ya que la idea de jugar con el nombre propio lo saqué de tu texto. A mí el final tampoco me convence, quizás el hecho de encajar "esternón" y "estertores" hizo que me decidiera por ese desenlace.

      Un abrazo.

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